top of page

Rediseñar las reuniones: del desgaste al sentido compartido


En muchas organizaciones, las reuniones son el lugar donde se pierde más tiempo y energía. Pero también pueden convertirse en espacios poderosos de alineación, creatividad y conexión emocional. Todo depende de cómo se diseñen.
En muchas organizaciones, las reuniones son el lugar donde se pierde más tiempo y energía. Pero también pueden convertirse en espacios poderosos de alineación, creatividad y conexión emocional. Todo depende de cómo se diseñen.


¿Qué hay que revisar?


El primer paso es reconocer que no todas las reuniones valen lo mismo. ¿Hace falta una reunión para eso? ¿Quién tiene que estar presente realmente? ¿Se podría resolver de otra manera? Rediseñar implica cuestionar la lógica automática de agendar sin propósito.


Reuniones con propósito y reglas claras


Las reuniones efectivas tienen un objetivo concreto (decidir, crear, revisar, alinear), una duración acotada, y una dinámica definida. Eso incluye desde quién facilita hasta cómo se toman decisiones. Un buen rediseño implica establecer acuerdos: qué prácticas se mantienen, cuáles se eliminan y cuáles se incorporan (como silencios activos, check-ins de estado, rotación de roles, etc.).


Diseñar la experiencia del encuentro


Las reuniones también construyen cultura. ¿Qué emociones predominan en esas conversaciones? ¿Quiénes hablan y quiénes callan? ¿Qué rituales se usan para abrir y cerrar? Incorporar dinámicas de participación más equitativa, espacios para lo no dicho y tiempos de reflexión puede hacer una diferencia enorme en la calidad del trabajo conjunto.


Medir para mejorar


No hay rediseño real si no se mide el cambio. Evaluar brevemente al cierre de cada reunión (¿sirvió? ¿faltó algo?) puede ayudar a iterar y ajustar el sistema. Algunas organizaciones incluso usan tableros de calidad de reuniones, donde los equipos registran patrones y oportunidades de mejora.


Conclusión: Reunirse no es una obligación. Es una elección sobre cómo usar el tiempo colectivo. Rediseñar el sistema de reuniones no solo mejora el rendimiento: también revitaliza la cultura. Es una forma concreta de pasar del piloto automático a una colaboración con más foco, más presencia y más sentido compartido.

 
 
 

Comments


bottom of page