La mentira de la “disponibilidad 24/7”
- Mariana Fargas
- 8 ago
- 1 Min. de lectura
Cuando estar siempre disponible, en lo operativo, te desconecta de tu rol más estratégico, de la posibilidad de tener una mirada más amplia.

El costo invisible de estar disponible todo el tiempo
Cuando la líder es la primera en responder cada chat, atender cada urgencia y resolver cualquier inconveniente, su rol empieza a diluirse. Se vuelve gestora de lo inmediato y pierde espacio para lo importante.
Lo urgente ocupa la agenda y el trabajo estratégico queda relegado a los márgenes del día, o directamente, fuera de la planificación.
La disponibilidad constante no construye confianza; construye dependencia.
La falsa sensación de control
El “estar para todo” puede sentirse como compromiso, pero muchas veces es una manera encubierta de sostener dinámicas poco saludables: microgestión, falta de autonomía en el equipo, dificultad para delegar, o necesidad de validación constante.
Cuando la líder está en todo, el equipo se acostumbra a preguntar todo. Y así, la autonomía se ahoga lentamente.
Redefinir tu disponibilidad
No se trata de desaparecer, sino de seleccionar con más conciencia:
Estar para los momentos realmente críticos.
Delegar y generar sistemas donde el equipo pueda avanzar sin supervisión constante.
Cuidar los tiempos para la estrategia, para mantener conversaciones de calidad construyendo vínculos más sólidos, y para el logro de resultados.
Ser líder no es estar disponible 24/7. Es estar presente cuando hace la diferencia.
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