No sos tu rol: cómo no perder tu identidad cuando liderás
- Julia Cocuzza
- 1 sept
- 1 Min. de lectura

Una de las trampas más comunes en el desarrollo profesional es quedar atrapada en el rol.
“El puesto me define”, “soy líder de equipo”, “soy referente”, “soy la que resuelve”... Sin darnos cuenta, pasamos de hacer una tarea a ser la tarea.
Y eso no es gratis.
Cuando el título se convierte en jaula
En nuestros programas vemos repetidamente mujeres que llegaron lejos, pero sienten que se alejaron de sí mismas.
Líderes que no se reconocen fuera de su agenda laboral.
Profesionales que no recuerdan qué las entusiasmaba antes del cargo.
Personas agotadas, no por el trabajo en sí, sino por la desconexión personal que les generó su crecimiento profesional.
La despersonalización del liderazgo
El riesgo es liderar desde la función y no desde la autenticidad. Cuando nos identificamos solo con el cargo, aparece:
La rigidez en las decisiones.
La desconexión emocional con el equipo.
La sensación de vacío, incluso cuando “todo va bien”.
¿Cómo volver a liderar desde un lugar más genuino?
Reconectar con lo que te entusiasma: ¿Qué actividades laborales te recargan? ¿Qué temas te motivan más allá del rol?
Definir quién sos más allá de tu cargo: Liderás, sí. Pero también sos colega, persona creativa, madre, amiga, mentora. Nutrir esas identidades sostiene el bienestar.
Revisar tus propias reglas: ¿Cuáles son los mandatos que repetís sin cuestionar? ¿Qué decisiones tomás desde el miedo o la exigencia?
Liderar desde la autenticidad no es solo mejor para vos. Es más sostenible para el equipo y más coherente con el impacto que querés generar.
Porque cuando vos te reencontrás, tu liderazgo se vuelve más humano, más efectivo y más real.



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